Semifrío de chocolate y pistachos con corazón de mermelada

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Tiempo de preparación: Difícil de especificar. Cuando lo vayas a preparar asegúrate de tener la mañana o la tarde libre.

Estamos entrando en verano y para este calor nada mejor que un postre bien fresquito, sobre todo si está tan requetebueno como este. No os miento si os digo que desde que lo preparé por primera vez, se ha convertido en mi postre favorito: chocolate, mermelada, helado, galletas…. Se me hace la boca agua de solo pensarlo.

La receta base del semifrío la descubrí viendo Las mejores recetas de Gordon Ramsay que emite canal cocina. El gran problema era que desconocía las cantidades precisas de cada ingrediente, pero el blog de À table! con Carmen  me salvó. Luego convertí la receta básica del semifrío en una tarta semifría (valga la redundancia) perfecta para fiestas veraniegas.

Ahora bien, si lo que queréis es algo sencillo y sumamente rico para disfrutarlo cualquier día de la semana, probad a preparar simplemente el semifrío, sin el relleno y la cobertura. Os aseguro que no os decepcionará.

Ingredientes: (Para 8-10 personas)

-3 huevos enteros medianos

-100 g de azúcar glass

-250 g de chocolate negro

– 1/2 L de nata para montar

-1 vaina de vainilla

-100 g de pistachos pelados

-350 g de mermelada de fresa (Podéis utilizar el sabor que más os guste)

-Galletas maría hojaldradas

Para la cobertura de chocolate:

-180 g de chocolate negro

-200 ml de nata para montar

-40 g de azúcar

-30 gramos de mantequilla

Para decorar:

-Frambuesas

-Hierbabuena

Comenzamos la receta troceando el chocolate negro y derritiéndolo en un cuenco al baño maría.

Mientras se funde, batimos los huevos junto con el azúcar glass hasta que blanqueen, es decir, hasta que obtengamos una mezcla espumosa y clara.

Cuando el chocolate esté fundido, lo retiramos del fuego y lo dejamos templar.

Por otro lado montamos la nata con ayuda de unas varillas y le añadimos las semillas de la vaina de vainilla. Para ello, solo tenemos que realizar un corte longitudinal y superficial a la vaina de vainilla, de tal modo que con el borde no cortante del cuchillo podamos extraer las semillas que guarda en su interior.

Lo último que nos queda para tener listo nuestro semifrío es mezclarlo todo. Comenzamos añadiendo el chocolate a la mezcla de huevos y azúcar. Una vez esté bien integrado lo mezclamos con la nata montada.

Finalmente, pelamos y picamos los pistachos y los añadimos a la mezcla.

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Como podréis ver, la elaboración del semifrío es muy sencilla, sin embargo la cosa se complica un poco a partir de ahora. Pero vamos, no os asustéis que si yo con lo patosa que soy conseguí que me quedara bien a la primera, estoy segura de que a vosotros os saldrá de lujo. Así que como diría mi abuelo: Despacito y buena letra:

1.- Forramos el molde que vayamos a emplear con papel film.

2.-Vertemos la mitad de la mezcla del semifrío y metemos el molde en el congelador durante 30-40 minutos. El resto de la mezcla la reservamos en el frigorífico.

3.- Pasado este tiempo, sacamos el molde del frigorífico y comprobamos que el semifrío ya está cuajado. Repartimos la mermelada sobre éste como si se tratara de una tostada (Pero con cuidado, que esto es bastante más delicado que una rebanada de pan Bimbo).

4.- Congelamos de nuevo durante otros 30 minutos.

5.-Volvemos a sacar el molde de la nevera y añadimos el resto de la mezcla del semifrío que teníamos guardada en el frigorífico.

6.-Cubrimos la base con galletas maría. En mi caso, como el molde que usé era rectangular, partí las galletas a la mitad para obtener un borde recto con el que recubrir por completo la base de nuestro semifrío.

7.-Metemos otra vez en el congelador pero esta vez durante unas 3 horas.

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Lo último que nos queda por preparar es el glaseado de chocolate. Para ello colocamos en un bol la nata y el azúcar. Cuando se haya disuelto el azúcar y la mezcla comience a calentarse, añadimos el chocolate troceado y la mantequilla. Removemos hasta que el chocolate se funda y nos quede una mezcla fina y homogénea.

Para terminar, sacamos nuestro semifrío del congelador y lo desmoldamos. Lo colocamos sobre una rejilla y lo bañamos con el glaseado. Finalmente lo pasamos a la bandeja en la que lo vayamos a servir y decoramos.

Ahora os dejo un truquito para hacer este último paso un poco más sencillo. Cogemos la bandeja que vayamos a usar para emplatar. Recortamos cuatro rectángulos de papel de plata de la longitud de los lados de la bandeja y la forramos. Desmoldamos el semifrío sobre esta. Ahora tendremos nuestro postre sobre una capa de papel de plata, que podremos retirar tras haberlo bañado con el glaseado y la bandeja nos quedará limpio inmaculado. Decoramos.

Metemos de nuevo en el congelador hasta 10 minutos antes de servir, momento en el cual lo pasaremos al frigorífico.

Como habréis comprobado el proceso es un poco engorroso, pero os prometo que hacerlo es muchísimo más fácil que explicarlo. Así que si os animáis a prepararlo, no os olvidéis de contarme que tal os ha quedado.

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Bocaditos de tarta de queso

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Tiempo de preparación: 30 minutos + 8 horas de refrigeración

¿Qué tal han ido las vacaciones? Hoy os traigo una receta muy dulce para aliviar, aunque sea un poco, la depresión post-vacacional. Esta receta es del cuaderno de páginas ya amarillas en el que mi padre tiene escritas las recetas que se llevan preparando en mi casa desde hace años. Dos años atrás, me aficioné a organizar fiestas y meriendas en mi casa y empecé a pensar en postres cucos; así se me ocurrió la idea de hacer estos bocaditos de tarta de queso.

La clave de este postre es prepararlo el día de antes porque así las galletas se quedan blanditas y es mucho más fácil de comer. Si no tenéis tiempo, con ayuda de un pincel podéis humedecerlas ligeramente con almíbar.

Ingredientes:

-2 tarrinas de queso Philadelphia (175 g cada uno)

-2 cucharadas soperas de azúcar

-2 sobres de gelatina de limón

-300 ml de leche Ideal (Tenemos que meterla en el congelador al menos una hora antes para que esté bien fría)

-Ralladura de limón

-Galletas María

-1 bote de mermelada de mora/frutos rojos/fresa…

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Comenzamos calentando en una olla azúcar y agua (La cantidad de agua que usaremos para diluir la gelatina vendrá en las instrucciones del paquete). Cuando comience a hervir retiramos del fuego e incorporamos la gelatina, la raspadura de limón y el queso.

Pasamos la mezcla al vaso de la batidora de mano y batimos hasta obtener una mezcla fina y homogénea.

Batimos la leche Ideal con unas varillas hasta que espume y adquiera consistencia.

Incorporamos la mezcla anterior a la leche ideal y vertemos en un molde previamente untado con mantequilla.

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Se introduce en la nevera hasta que endurezca (Aproximadamente 8 horas). Pasado este tiempo, sacamos nuestra tarta del frigorífico y con ayuda de un cortapastas redondo recortamos círculos de un diámetro ligeramente menor que el de las galletas que vayamos a emplear.

Untamos las galletas con mermelada y montamos nuestro sandwich.

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Magdalenas con pepitas de chocolate rellenas de mermelada

Magdalenas con pepitas de chocolate rellenas de mermelada

Tiempo de preparación: 50 minutos

¡Buenos días chicos! Ya era hora de volver a publicar alguna que otra cosilla dulce. Últimamente las recetas de cupcakes están inundando la red y la verdad es que están buenísimos (o por lo menos, yo no soy capaz de resistirme). Así que decidí probar yo también, readaptando la receta de magdalenas de toda la vida (la que me enseñó mi padre hace años y que es original de Eva Arguiñano) y no puedo estar más contenta con el resultado. La mermelada le aporta una suavidad y jugosidad indescriptible al bizcocho y el amargor del chocolate negro contrasta a la perfección con el resto. Para aquellos a los que el chocolate negro no les acabe de convencer, siempre pueden optar por el chocolate con leche o blanco. Os contaré un secreto: yo he probado las tres versiones y todas me han encantado. Bueno pues aquí va la receta:

Magdalenas con pepitas de chocolate rellenas de mermelada

Ingredientes: (Para unas 24 magdalenas)

-4 huevos medianos

-200 gramos de azúcar

-200 gramos de harina

-100 gramos de aceite de girasol (tiene un sabor más suave que el aceite de oliva)

-1 sobre de levadura en polvo

-Mermelada de frutos rojos o de fresa

-Chocolate nestlé postres  (podéis elegir entre chocolate negro o chocolate blanco)

Comienza batiendo en un bol los 4 huevos junto con los 200 gramos de azúcar. Añade poco a poco el aceite de girasol sin dejar de batir.

Incorpora paulatinamente la harina previamente tamizada junto con la levadura, para evitar que se formen grumos. Remueve con unas varillas haciendo movimientos envolventes y siempre en la misma dirección.

Precalienta el horno a 180 º.

Magdalenas con pepitas de chocolate rellenas de mermelada

Con ayuda de un cuchillo de sierra trocea el chocolate en pepitas. Añade la mitad de ellas a la masa y remueve con cuidado de no deshacerlas. Pasa la mezcla a una manga pastelera y rellena los moldes de papel (aproximadamente hasta 2/3 de su capacidad).

Pon una cucharada de mermelada en el centro de cada magdalena y decórala con algunas pepitas de chocolate y una pizca de azúcar. Esto hará que queden más crujientes al hornearlas. Hornea en modo pastel a 180 º durante 17 minutos.

Consejo: Si la mermelada se te cae al fondo de las magdalenas, la próxima vez puedes prepararlas con ayuda de un descorazonador de manzanas. De este modo, lo que tienes que hacer es añadir a la masa únicamente las pepitas de chocolate. Una vez horneadas déjalas enfriar. Con ayuda del descorazonador vacía el centro de la magdalena y rellénalo con la mermelada. Luego vuelve a tapar con el trozo que hemos extraído previamente.

Et voilà!

Y vosotros, ¿habéis sucumbido a los cupcakes?