Tiempo de preparación: 40 minutos
¿Qué mejor momento para preparar unos ricos rollitos de primavera que ahora que se acerca esta bonita estación del año? Y es que Sevilla en primavera es algo que hay que vivir al menos una vez antes de morir: ese momento en el que las flores comienzan a abrirse y las calles se impregnan de azahar e incienso o cuando las saetas dan paso a las sevillanas.
Será que vivo enamorada de mi ciudad, pero qué queréis que os diga: el que viene a Sevilla se enamora irremediablemente de su magia. Al igual que espero que os enamoréis de mi receta.
Ingredientes (Para 4 personas)
Para los rollitos:
-450 gramos de carne picada
-2 dientes de ajo
– 1 cebolla
– 1 zanahoria
-1 ½ cucharada de salsa de soja
-70 g de fideos chinos
-12 hojas de masa filo
Para la salsa agridulce:
-100 ml de vinagre de manzana
-200 ml de agua
-2 cucharadas soperas de azúcar
-1 cucharada sopera de kétchup
-1 cucharada sopera de maicena
-1 cucharada sopera de salsa de soja
-1 cucharada de miel
Comenzamos picando la carne y friéndola en un wok. Retiramos del fuego y reservamos. Pelamos y picamos a daditos el ajo, la zanahoria y la cebolla. Pochamos la verdura en el wok con un poco de aceite de oliva. Cuando estén doradas añadimos la salsa de soja.
A continuación preparamos los fideos chinos según las instrucciones del paquete, normalmente tendremos que poner a calentar agua en una cacerola. Cuando comience a hervir, retiramos del fuego y añadimos los fideos. Dejamos que se cocinen durante 4 minutos.
Mezclamos la verdura con la carne y los fideos.
Cogemos una hoja de masa filo y la doblamos a la mitad. Colocamos dos cucharadas de relleno y doblamos los bordes superior e inferior cubriendo, en parte, el relleno. Enrollamos.
Horneamos a 180º con calor arriba y abajo hasta que se pongan dorados (aproximadamente 10-15 minutos).
Mientras tanto preparamos la salsa agridulce, para ello añadimos todos los ingredientes a una olla pequeña, salvo la maicena. Calentamos. Diluimos la maicena en un poco de agua fría y la agregamos. Seguimos calentando hasta que adquiera consistencia.
Et voilà!