Tiempo de preparación: 15 minutos
No es que sea andaluza y adore todo lo relacionado con mi tierra, pero por mis venas corre más gazpacho que sangre. Y es que no se me ocurre otra mejor cena para los días de verano. Fresquito, ligero, sabroso y con un ligero toque ácido, así es a mi parecer una de las mejores sopas frías que se han inventado. Además de pocas calorías es una inmejorable fuente de vitaminas y licopeno (neutraliza la acción oxidante de los radicales libres).
Ingredientes: (Para 3 personas)
-1 kg de tomates maduros (Si nos gustan los tomates dulzones podemos optar por usar tomates pera)
-1/3 pimiento verde de freír
-1/2 cebolla pequeña
-1 pepino pequeño
-1 diente de ajo
-sal
-3 cucharadas soperas de AOVE
-2 cucharadas soperas de vinagre de Jerez
Este plato es uno de los más sencillos que he preparado en toda mi vida. Empezamos lavando muy bien toda la verdura y pelando el pepino y la cebolla. A continuación batimos todos los ingredientes con una batidora de vaso. Finalmente lo pasamos por un colador fino metálico, para conseguir una textura más fina. Lo refrigeramos hasta la hora de consumirlo, pues cuanto más fresquito más rico está. Si no tenemos tiempo, podemos servirlo con cubitos de hielo.
Un consejo, probadlo con taquitos de jamón serrano o con uvas sin hueso. ¡Insuperable!