Muchas veces cuando comenzamos a seguir una dieta y no obtenemos los resultados esperados, nos desilusionamos y nuestro primer impulso es tirarlo todo por la ventana y comernos ese pastel de chocolate tan rico que venden en la tienda de la esquina. ERROR. La mayor parte de las veces las dietas no funcionan no porque no le pongamos interés, si no porque realmente no conocemos algunas claves básicas.
Uno de los puntos fundamentales que debemos conocer antes de ponernos a régimen es el índice glucémico. Este mide el efecto de los alimentos en los niveles de glucosa en sangre, de tal modo que cuanto mayor sea el IG más rápido y mayor será el incremento de esta. Esta velocidad va a depender de varios factores, que esencialmente se resumen en: Cuanta más fibra, grasa o proteína contenga un alimento, menor será su IG. Además tenemos que tener en cuenta que la manera de prepararlos también influyen.
¿Qué es lo que ocurre cuando tomamos algo con un índice glucémico muy elevado ?

Al tomarnos un bollito relleno de chocolate nuestro nivel de glucosa en sangre se dispara y nuestro páncreas comienza a segregar insulina en grandes cantidades para poder hacer frente a toda la glucosa que corre por nuestras venas. Durante este tiempo nosotros nos sentimos satisfechos y felices por el bollito tan rico y calentito que nos hemos zampado.
Al cabo de pocas horas la insulina a logrado que nuestro nivel de azúcar disminuya; sin embargo este no vuelve a la normalidad, sino que cae en picado y sufrimos una hipoglucemia. Cuando esto sucede nos volvemos a acordar de los pastelitos y los helados, y sentimos una necesidad imperiosa de reponer el azúcar que nos falta, cayendo en un círculo vicioso complicado de romper.
Si nos mantenemos durante un tiempo dentro de este círculo, es más que probable que nuestras células incapaces de quemar en condiciones toda el azúcar que le proporcionamos, la acaban convirtiendo en tejido adiposo que se acumulará irremediablemente en nuestra barriga.
Por todo esto es importante que si tenemos que elegir entre dos alimentos con una composición parecida, nos decantemos por el de menor IG.